Hacía tiempo, que no veía una colección de Francisco Costa para Calvin Klein que me gustase tanto, la última fue hace un par de temporadas, pero esta me gusta porque la veo más Calvin Klein que nunca, es sencilla, minimalista, y deja a un lado esos juegos de papiroflexia y patronaje imposible a los que nos tenía acostumbrados, y hay veces que ver algo así resulta muy inspirador, pero cansa rápido, sobre todo cuando te tienes que imaginar a tu madre o a tu vecina llevando esas prendas.
Pues para esta primavera verano, lo que nos trae son unos vestidos deliciosos, de apariencia sencilla, donde el cuerpo de la mujer tiene espacio para moverse dentro de unos vestidos que no acaban de ajustarse nunca al cuerpo (magnífico). Las primeras salidas en blanco me parecen sencillamente perfectas y muy en la linea minimalista del Calvin Klein de los 90's.
Otra de las cosas que me encantan son los tejidos escogidos, y los arrugados de estos.
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